Cuando creé “El club de los viernes: tejedoras de vida”, tenía claro que uno de mis objetivos era establecer una red de contactos entre las mujeres que participaran de este proyecto. Ese objetivo se ha cumplido y como muestra, por ejemplo, os voy a hablar de mi experiencia de ayer.
Los que seguís el blog sabréis que Nuria es una de las componentes del grupo. En el encuentro que tuvimos el martes, nos invitó a todas las tejedoras de vida a una conferencia en Madrid sobre networking. A mí que me encanta aprender cosas nuevas, me llamó la atención y decidí acompañarla.
Como me gusta ir preparada a los sitios, busqué en internet de qué iba todo esto y comencé a entrar en un mundo casi totalmente nuevo para mí.
De camino a Madrid, Nuria compartió conmigo algunas de las páginas clave del libro de Robert Kiyosaki “El cuadrante del flujo del dinero”. En ellas se habla, entre otras cosas, de la importancia de formar redes como una de las maneras de crear dinero y moverse en el lado derecho del cuadrante. (Si esto os suena a “japonés”, os invito a que veáis el vídeo que colgué en la entrada del tercer encuentro del club de los viernes). Cuando llegamos al local donde tuvo lugar la conferencia, me sorprendieron gratamente dos cosas:
1. El sitio desprendía una sensación cálida de acogida; la iluminación, la temperatura, el mobiliario, la exposición de productos que había en el hall… todo estaba en armonía.
2. La gente sonreía, hablaba con otras personas, te saludaban amablemente.
La ponencia tenía un título muy sugerente: ¿CÓMO CREAR PROSPERIDAD Y RIQUEZA EN TIEMPOS DE CRISIS? En ella Miguel Aguado nos habló de conceptos como: libertad financiera, inteligencia financiera, inteligencia emocional, ingresos múltiples o variables, distribución por red… También nos presentó la compañía Amway, de la que él es miembro, como un ejemplo de networking. No quiero extenderme más en la explicación sobre la conferencia, porque estoy segura de que el que quiera saber más se pondrá en acción para informarse. Mi intención es compartir con vosotros sobre todo la reflexión que hice a raíz de esta experiencia:
Creo que Nuria no ha llegado casualmente a mi vida. Tampoco ha sido casualidad que me propusiera ir a la reunión. Creo firmemente que la he atraído porque es lo que necesito en estos momentos. De hecho, hace unos años comencé a plantearme seriamente que algo estaba fallando. ¿Por qué? Pues porque a lo largo de mi escolaridad nada se me enseñó sobre economía, y sin embargo en el día a día necesitas tener unos conocimientos al respecto si quieres entender la mayor parte de las noticias de la televisión, de la prensa, la radio…
Me gusta enterarme de los temas de actualidad. Me gusta estar informada, tener una cultura a todos los niveles, capacidad crítica y poder de decisión. Por eso me puse manos a la obra y empecé a leer el “Código del dinero”, un libro de Raimon Samsó; blogs sobre economía; conocer gente que le va bien con sus finanzas y en lo profesional…
Cada vez fui tomando más conciencia de que en la vida hay más aspiraciones que ser un empleado, ya sea funcionario, o no. Me di cuenta de que no hace falta esperar a que alguien te contrate o a que apruebes una oposición para tener trabajo. Comprobé que cada vez entraban en mi vida más personas que disfrutan con su profesión, porque además es su vocación; que tienen una gran creatividad, talentos, potencial… y que los tienen funcionando al servicio de sí mismos y de toda la humanidad.
Me di cuenta de todo esto y me dije: “Yo también quiero ser rica y próspera. Si ellos pueden, yo también”. Y al ponerme en acción choqué con el primer obstáculo: mis creencias negativas sobre el dinero y todo lo relacionado con la economía. Empecé a trabajar con ellas, intentando comprender su utilidad en mi vida y transformándolas en creencias positivas. Aunque es un proceso que todavía no ha terminado, los resultados están siendo muy buenos, tanto a nivel personal como profesional.
En este camino de crecimiento, la experiencia de la conferencia de ayer me permitió darme cuenta de que aún quedan en mi interior miedos, resistencias, excusas. Pero también he contactado una vez más con mi valentía, mi tesón, mis ganas de aprender y avanzar para lograr un mundo mejor para toda la humanidad. Y por eso estoy abriendo mi mente al networking.
Creo que todas las personas nos merecemos bienestar y libertad. Para ello es preciso que salgamos de nuestra zona de confort, que estemos en constante aprendizaje y que arriesguemos, con la convicción de que lograremos lo que somos. Porque la clave, el proceso del éxito, está en: primero SER, después HACER y por último TENER.
Dedicado a Nuria. Gracias por ofrecerme la posibilidad de seguir invirtiendo en mi ser para ponerlo al servicio del mundo.