Septiembre ha comenzado para mí de una manera muy especial. He tenido la suerte de pasar unos días en Asturias y en Santander con la familia de mi pareja. Hemos disfrutado del paisaje, de la comida, del contacto con la gente. Nos hemos relajado y llenado de paz, cargándonos de energía positiva. Ha sido una experiencia preciosa, un regalo.
Me siento muy orgullosa de haber tenido esta oportunidad de contemplar la belleza de la naturaleza, con un verde intenso que refresca los sentidos y unos alimentos que sacian la sed de vida. Pero más orgullosa me siento aún de todas las personas que nos han acogido con los brazos abiertos y nos han ofrecido lo mejor.
Siento que gracias a esta experiencia me he enraizado en la tierra asturiana y cántabra, en sus costumbres y tradiciones. He abrazado las raíces de mi pareja y de sus antepasados, paseando, comiendo, charlando con su familia. Ello me ha permitido comprenderle y amarle más, fortaleciéndose más aún nuestros lazos y nuestro proyecto en común.
Por eso os invito a que siempre que podáis, os acerquéis no sólo a vuestros orígenes, sino también a los de vuestra pareja (igualmente a los de vuestros amigos, compañeros,…). Es una oportunidad excepcional para conocer, aprender y entender más al otro; aquel con quien se ha decidido compartir el camino de la vida.
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| Carbayín Alto (Asturias) |
